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Diseño del faro, reflectores y proyectores
Hace años los faros eran translúcidos. El cristal de dispersión del mismo no permitía ver el interior. De hecho el cristal era el gran protagonista porque estaba tallado interiormente desde un punto de vista óptico (formando prismas horizontales), y se encargaba de distribuir el haz de luz.
Hoy en día hemos cambiado a cristales de dispersión transparentes. Así que para controlar la distribución del haz de luz generado por la lámpara, se confía en el diseño geométrico del reflector, ya sea parabólico o elíptico, o bien en una lente elipsoidal.
Más visibilidad: faros antiniebla y lavafaros
Durante muchos años los conductores han querido más luz, y en diferentes circunstancias, así nacieron los faros y estrategias complementarias.
Los faros antiniebla se caracterizan por generar un haz de luz más corto y ancho, que se orienta hacia el suelo, que minimiza la dispersión de la luz que se produce al atravesar nubes de polvo, arena o humo y niebla.
Los lavafaros fueron otra estrategia para tener más luz cuando las cosas se ponían complicadas. No han tenido mucho éxito. un surtidor de agua y un limpiafaro de goma, hoy en día se han simplificado con surtidores de agua a presión (que pueden ser fijos o abatibles)
Luz adicional en giros
Las luces adicionales en giros son algo bastante reciente, de hecho aunque no tienen un elevado costo, no son muchos los autos que la traen como equipamiento de serie. Es una luz adicional a la luz de cruce, en el lado hacia el que se está girando el volante, que ilumina no hacia delante, sino hacia el lateral.
Hay un captador de giro en la dirección, que acciona la luz a partir de un determinado ángulo de giro del volante. Hay una bombilla más, ya sea en el faro principal, o en el faro antiniebla.
Esta luz suele funcionar solo a velocidades bajas por debajo de los 70 Km/h y permite eliminar oscuridad en los giros cerrados, con un ángulo de 65 grados y hasta unos 30 m de alcance.
Encendido automático de las luces
Es común ya en los autos el uso de la electrónica, un sensor de luminosidad ubicado en el parabrisas (detrás del espejo retrovisor). Este sensor es una foto celda o fotodiodo que es excitado por la luz y genera cierta corriente eléctrica.
Cuando hay menos luz la corriente disminuye, entonces es cuando un pequeño microprocesador enciende las luces de cruce y cuando vuelve a haber luz, las apaga.
Faros orientables
La idea es hacer girar el faro o al menos una parte de él. la unidad de la luz de cruce, normalmente de tipo proyector con una lente elipsoidal, es la que gira gracias a un motor eléctrico que gira un determinado número de grados según lo que se esté girando el volante.
El resultado es que el haz de luz del faro se orienta hacia la curva y gira con el auto. Los faros giran entre 10 y 15 grados, con lo que se ganan unos 20 a 30 metros de iluminación de la calzada.
Faros adaptables automáticos
El sistema que hace un tiempo se adapto a las luces de xenón un mecanismo de regulación de altura de la luz, para evitar el deslumbramiento. Se impuso un sistema automático que corrigiera la altura instantáneamente para mantener siempre la altura óptima.
Otro sistema que se está implantando es el de luz de carretera automática. Conociendo la velocidad a la que circula el auto un sensor de luminosidad permite saber al microprocesador si viene un vehículo en sentido contrario o si nos acaba de adelantar y opta por quitar las luces altas automáticamente para no deslumbrar.
Lo último y más sofisticado es la adaptación de la luz de manera activa , ya sea en varios niveles, combinando todos los sistemas. En este caso la unidad electrónica de control de la iluminación está permanentemente procesando los datos de velocidad, luminosidad y ángulo de giro del volante.
Con estos datos se adaptan automáticamente las luces para tener la mejor iluminación posible. Si es en varios niveles, lo normal es tener luz de cruce complementada con la luz de giro y dos o tres niveles más en la luz de carretera.
Sistemas de visión nocturna
Aunque no son un sistema de iluminación propiamente dicho, permiten “ver más” durante la noche. La imagen “nocturna” obtenida puede proyectarse sobre el parabrisas, mediante un sistema HUD, o bien mostrarse en pantallas LCD o LED a color, en la pantalla del sistema de navegación en la consola central, o incluso en una pantalla dentro de cuadro de instrumentos.
Para la visión nocturna se emplean cámaras. Los faros principales incorporan un filtro de infrarrojos de modo que iluminan la carretera con luz ultravioleta. Una cámara de rayos infrarrojos monocular colocada en la parte alta del parabrisas se encarga de ver lo iluminado por esa luz y que el ojo no sería capaz de ver. Ya hay algún sistema que no requiere de la emisión previa.
La visión nocturna se puede mejorar con sistemas de reconocimiento de peatones y que realizan automáticamente destellos, o iluminan con una luz específica al peatón. El alcance de estos sistemas es de unos 80 m.
¿Cuáles son los faros reflectores?
La principal tarea de un reflector es captar la mayor cantidad posible de luz emitida y dirigirla hacia la carretera. Existen varios sistemas de reflectores que cumplen este requisito de la forma más eficaz.
¿Qué es un faro proyector?
Los reflectores se utilizan cada vez más en los proyectores modernos debido a su trayectoria luminosa muy precisa y a su elevado flujo luminoso. Con diferentes diámetros de lente, funciones de iluminación y opciones de montaje, estos módulos permiten crear conceptos de reflector totalmente personalizados.
¿Qué es un faro lenticular?
Los faros lenticulares son faros en los que se utiliza una lente y un imán para evitar la dispersión de la luz y conseguir un haz luminoso muy concentrado. Se diferencian notablemente de los proyectores convencionales con espejos parabólicos.
¿Cuántos tipos de faros hay?
Faros halógenos.
Los proyectores halógenos son el tipo más común y se encuentran en casi todos los coches. Son baratos, duraderos y fáciles de sustituir. Un faro halógeno funciona haciendo pasar electricidad a través de un filamento de tungsteno en una cápsula de cristal llena de gas halógeno.
Faros xenón o HID.
Los faros de xenón o HID (descarga de alta intensidad) no necesitan filamento. Se crea una zona de alta tensión entre los dos electrodos. El espacio restante se rellena con gas xenón. Estos faros tardan algún tiempo en alcanzar su máxima potencia, ya que necesitan tiempo para calentarse.
Faros LED.
Los faros de diodos emisores de luz (LED) ofrecen un alto nivel de rendimiento. A diferencia de los faros halógenos y HID, los faros LED prácticamente no emiten calor, sino que convierten la mayor parte de su energía en luz. Gracias a su bajo consumo, estos faros reducen las emisiones y ahorran batería al coche.
Faros láser.
Los faros láser son los faros tecnológicamente más avanzados del mercado. Activan el gas mediante un láser. Como resultado, el gas brilla con gran intensidad. Una de las principales ventajas de estos faros es que su proyección es muy superior a la de cualquier otro faro.
¿Cómo se llaman los faros que suben y bajan?
También se conocen como faros "pop-up" o "pop-out". Este diseño confiere a cualquier modelo de coche un aspecto espectacular. Se hicieron populares en las décadas de 1970, 1980 y 1990, pero los faros pop-up se utilizaron por primera vez en 1936 en el Cord 810.
Su éxito en aquellas décadas se debió a la norma americana de que los faros debían tener una altura mínima. La mayoría de los deportivos de carrocería baja tenían que utilizar estos faros para cumplir esta norma y poder venderse en este país.
Hoy, sin embargo, esto ya no es una opción. Estos sistemas de iluminación, que han formado parte de la historia del automóvil, desaparecieron por motivos de seguridad, ya que podían poner en peligro a los peatones en caso de colisión. Esta fue la principal razón de su desaparición, pero no la única. Esto ocurrió a principios de la década de 2000.
Pero hubo muchas otras razones para su desaparición: mala aerodinámica en el momento de su descubrimiento, problemas técnicos que fueron surgiendo con el tiempo, elevados costes de mantenimiento, aumento del peso del vehículo debido a la necesidad de un motor eléctrico, etc.
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