Los remates: posibilidad de comprar auto barato

El alza del dólar en el último año ha llevado a que el precio de los autos suba. Comprar auto nuevo es costoso hoy en día y el mercado de los usados se mantiene y tampoco quiere bajar; pensar en comprar un auto a mejor precio es algo para expertos.

Mientras unos sufren para pagar una deuda, otros pueden llegar a aprovechar estas oportunidades para encontrar casa, carro o cualquier otra propiedad con un precio que puede estar por debajo del 50% del valor comercial.

Los remates, una posibilidad para comprar barato

Cuando usted no tiene el suficiente dinero para asumir sus deudas o simplemente se escapa de ellas, recuerde que tanto las entidades privadas como las públicas tienen la opción de buscar la forma para recuperar el dinero que le prestaron, con lo que usted dejó como “prenda” o garantía para que le hicieran un préstamo. Esto sucede, especialmente, con altos montos de dinero.

Esta prenda o garantía puede ser la casa o el carro, pero si usted no realiza el pago las entidades irán a recuperar algo de la deuda evitando una perdida mayor. Con el fin de recuperar algo de esa deuda ejecutan el bien que quedó en garantía por la deuda y este puede llegar a venderse por un precio bastante inferior a lo que realmente cuesta o por lo que usted, como propietario lo vendería.

Y aunque esa es la tragedia de muchos, para otros se convierte en una excelente oportunidad de obtener y adquirir eso que tanto habían buscado, por ese precio menor. Este es el caso de la DIAN (Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales), y otras entidades públicas y privadas que adelantan jornada de remate de bienes de morosos. También las compañías de seguros rematan los salvamentos de pérdidas totales por hurto (recuperados) y pérdidas totales por daños.

Compra de remates negocio para expertos

La compra de vehículos en remate es un negocio para expertos  o personas muy conocedoras. La ganancias pueden ser grandes pero también se corre el peligro de tener pérdidas importantes (sucede especialmente a quienes no conocen muy bien el negocio).

Entidades nacionales o grandes empresas cuentan con vehículos para sus usos durante actividades diarias normales o por el contrario son retenidos o incautados por las autoridades por diferentes razones; regularmente se trata de problemas judiciales.

Estos vehículos sufren deterioro normal o son maltratados y prácticamente destruidos. La mayoría de las veces son ubicados en garajes  o patios en los cuales se almacenan por años mientras salen a venta por el sistema de remate.

Solo un 'ojo experto' puede ver oportunidad de negocio. Muchos de los vehículos pueden servir por partes, ya sea para armar otros vehículos similares que estén en el lote o que le pertenezcan o para venderlas en el mercado legal.

 Cómo es la venta

Los vehículos se ponen en venta en el estado y lugar en que se encuentran, es decir, no pueden ser llevados a un centro especializado para realizarles el peritaje técnico y legal que diagnostique su estado real. Prácticamente se está comprando un carro que aparenta estar bien, pero en la mayoría de los casos tienen graves fallas mecánicas y daños de carrocería.

Pueden estar desvalijados y partes como baterías y llantas han desaparecido o están deterioradas por lo que deben ser cambiadas. Nadie sabe cómo se han utilizado estos automotores.

Generalmente cuando están almacenados se acelera su deterioro a causa de un deficiente almacenamiento. Si no se les cuidó cuando nuevos y cuando servían, cuando salen para remate menos aún.

Cómo seleccionar el remate

Toca establecer el estado real de cada vehículo mediante una revisión rigurosa hasta donde lo permitan las reglas del lugar o del propietario.

Luego se debe hacer un inventario muy detallado sobre partes y reparaciones necesarias para que el vehículo pueda volver a funcionar debidamente, para lo cual se debe mirar disponibilidad y costos de repuestos. Esto permitirá saber cuál vehículo se puede salvar o por el contrario cuál terminará como donante de partes para otros.

Los gastos de documentación corren por cuenta de quien compra, lo que también incide en el precio que se debe pagar.

En este momento de gran oferta de vehículos usados a precios atractivos y a la facilidad para comprar nuevos, el negocio debe estar más inclinado hacia la compra para desarmar y vender por partes que es más rentable. Este proceso es muy costoso y no justifica invertir en latonería y pintura, cuando se puede desarmar y vender.

Los vehículos de entidades oficiales, en su gran mayoría han sido muy maltratados. El poco mantenimiento que se les hace o las grandes reparaciones generalmente no son de buena calidad (ni siquiera usando repuestos originales) En conclusión comprar un carro en remate es prácticamente una 'lotería'.

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