Dificultades de aprendizaje y atención afectan la conducción

Las dificultades de aprendizaje y de atención que se observan durante el desarrollo de las personas se reflejan también en la conducción. Si su hijo tiene alguna dificultad de aprendizaje o atención no quiere decir que no pueda aprender a conducir.

Aprender a conducir es un logro importante para todos los adolescentes y un obstáculo para muchos. Sin embargo, si su hijo tiene dificultades de aprendizaje y de atención es vital reconocer los retos que puede enfrentar al conducir y buscar el apoyo y las estrategias que necesita para conducir sin riesgos.

Así es como algunas dificultades de aprendizaje y de atención pueden afectar la destreza de conducir en adolescentes.

Falta de atención, distracción e impulsividad

En los adolescentes con dificultades de aprendizaje es difícil evitar las distracciones y enfocarse en la carretera y pueden presentar en particular dificultades para controlar los impulsos aumentando el riesgo de accidente.

El teléfono celular sonando. Perros en la acera. La distracción es la causa principal de accidentes entre los automovilistas. De hecho, si un conductor deja de ver el camino por tan solo dos segundos sus chances de chocar o de casi tener un accidente se duplica. Los adolescentes con esas dificultades pueden sobreestimar qué tan rápido pueden meterse en el tráfico, y sus accidentes pueden ser más serios porque tienden a conducir a mayor velocidad.

Para los adolescentes con TDAH (Trastorno por déficit de atención con hiperactividad) separar las distracciones y enfocarse en el camino puede ser particularmente difícil.

Dificultades relacionadas con la lectura

La parte escrita de un examen para conducir puede ser un obstáculo para adolescentes con dislexia y otras dificultades relacionadas con la lectura. Pero para el momento en que están en bachillerato, la mayoría tienen las destrezas para leer necesarias para pasar cualquier examen.

Las dificultades de lectura tienden a causar problemas una vez que el adolescente está conduciendo un automóvil. Por ejemplo, dificultad para leer las señales de tráfico con rapidez y revisar la información del tablero de mando. Muchas personas con dificultades para leer tienen problemas para procesar todo tipo de información visual. Por lo tanto, es un reto maniobrar esas tareas al mismo tiempo que vigilan otros automóviles y a los peatones.

Dificultades visuales y espaciales

Una variedad de dificultades de aprendizaje y de atención pueden afectar la manera como los chicos perciben su posición en el espacio. Esto incluye la discalculia, dyspraxia, dislexia y las discapacidades de aprendizaje no verbal. Los niños que presentan estas dificultades, por lo general, confunden la derecha con la izquierda. También pueden carecer de sentido de la orientación y costarles estimar las distancias o el tiempo necesario para llegar de un lugar a otro.

Esas dificultades pueden ser obstáculos a la hora de conducir. Los adolescentes pueden tener problemas para leer mapas y determinar hacia dónde va. También les puede resultar difícil determinar qué tan rápido se mueve otro carro y cuán lejos está. Estacionar también puedo ser complicado.

Dificultades de la función ejecutiva

Para entender está un poco más daremos algunos ejemplos. Equivocarse de salida. Un desvío en la carretera. Un accidente o una emergencia en la carretera. Conducir requiere ser capaces de resolver problemas con rapidez. Los adolescentes con dificultades de la función ejecutiva, generalmente tienen problemas para dar prioridades y resolver problemas.

Un conductor sin experiencia puede presentar dificultades para proporcionar información al agente sobre el seguro y la licencia, no asocia los pasos que debe tener en cuenta en caso de un accidente, como pedir ayuda e incluso puede omitir tomar fotos del accidente. Puede presentar inconvenientes con la memoria de corto plazo y para asimilar la información en el orden correcto, complicando un poco definir o finiquitar la situación.

Problemas con las destrezas motoras

La dispraxia es una dificultad para planear y coordinar los movimientos del cuerpo, como los movimientos ojo/mano. Este tipo de situaciones impiden controlar de forma adecuada el volante y la palanca de cambios, retroceder, cambiar de carril y tomar curvas pronunciadas.

Este es un reto total al que su hijo podría enfrentarse al aprender a conducir. Sin embargo, es un trabajo que sólo logra la práctica y el tiempo. Es importante que tome las cosas con calma para que no se sienta frustrado en el momento de intentarlo.

Puntos clave

Las dificultades con la lectura, el procesamiento visual, la impulsividad y las habilidades motoras pueden afectar la capacidad para conducir.

Tener poca destreza para resolver problemas puede dificultar el manejo de accidentes y otros problemas en la carretera.

Los chicos con problemas de aprendizaje y de atención pueden tardar más en aprender a conducir, y puede que necesiten más práctica que otros chicos, así que unas horas adicionales y un maestro paciente son la fórmula ideal para lograr que su hijo con TDAH pueda sobrepasar sus dificultades y lograr obtener la licencia.

Los estudios que reportan que los conductores con TDAH son de dos a cuatro veces más propensos a tener un accidente se basaron en personas que también tenían dificultades no relacionadas, como el trastorno de oposición desafiante. De acuerdo a estudios recientes, el riesgo es menor en personas que solo tienen TDAH y los medicamentos pueden ayudar a disminuir el riesgo significativamente.

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