Volante bimasa

El volante bimasa (o volante motor bimasa) es una pieza desconocida por muchos y que, a veces confundimos con el timón de la dirección. Se denomina Volante motor y se conoce en el mundo de los mecánicos como “la volante”.

Este elemento pasivo del vehículo permite al vehículo almacenar la energía cinética generada por el motor para conseguir una mayor inercia sobre el movimiento y transmitir dicha energía a las ruedas.

¿Qué es el volante bimasa?

Es un disco de hierro fundido que tiene un peso y un equilibrado determinado para que el giro del motor sea preciso, previsto de ranuras. Este va integrado en el embrague o en el convertidor de par, según se trate de una caja de cambios manual o automática.

Supone una evolución sobre los volantes de inercia convencionales, valiéndose como estos del elevado momento de inercia de una masa en rotación, pero con la capacidad añadida de amortiguar las violentas variaciones en la velocidad angular del cigüeñal que de otro modo se transmitirían a la cadena cinemática en forma de molestas vibraciones.

Construcción

Un volante bimasa estándar de dos masas se compone de las masa de inercia primaria (1) y secundaria (6).  Las dos masas de inercia desacopladas están unidad entre sí por un sistema de muelles/amortiguación y se encuentran alojadas de forma giratoria una contra otra por medio de un rodamiento radial rígido o de un cojinete - casquillo de fricción (2).

La masa de inercia primaria con corona de arranque (7) asignado al motor está firmemente atornillada al cigüeñal. Junto con la tapa del primario (5), rodea un espacio hueco que forma el canal del muelle.

El sistema de resortes/amortiguación se compone de los muelles curvos (3), que se encuentran en guías deslizantes en el canal de muelles y cumplen los requisitos de un amortiguador torsional “ideal” con un trabajo mínimo. Las guías deslizantes garantizan una buena conducción y la carga de grasa que llena el canal de muelles reduce la fricción entre aquellas y los muelles curvos.

La transmisión del par motor se realiza por medio de la brida (4). La brida, que está dimensionada como resorte de plato, inserta sus aletas entre los muelles curvos. Se encuentra situada (con unión por fricción) entre los discos de fricción y de apoyo remachados en la parte secundaria. La fuerza del resorte de plato (brida) está dimensionada de forma que el momento de fricción sea claramente superior al par motor máximo. La masa de inercia secundaria aumenta el momento de inercia en la parte del cambio de marchas. El disco está provisto de ranuras de ventilación para una mejor evacuación del calor. Dado que el sistema elástico-amortiguador se encuentra en el volante bimasa, se utiliza, frecuentemente, como disco de embrague una versión rígida sin amortiguador torsional. (Fuente: Aficionados a la mecánica).

Avería en el volante bimasa

Existe toda una serie de síntomas que nos indican que el volante bimasa está llegando al final de su vida útil. Normalmente, los talleres no pueden repararlo individualmente y cambian todo el conjunto (volante bimasa y embrague + mano de obra).

Ruidos extraños

Cuando un volante bimasa está averiado, no es extraño escuchar ruidos procedentes de esta pieza. Podemos distinguir varias situaciones:

  • Al pisar el embrague, con el auto encendido, en punto muerto y el carro parado: parece un trabalenguas, pero si sigues todos estos pasos y aun así escucha de fondo un ruido como el de una carraca metálica, puede que tenga averiado el volante de inercia o algún otro componente del embrague.
  • Al parar el motor: si al detener el vehículo y apagar el motor escucha varios ruidos como si golpeara levemente algo metálico -del tipo “clack-clack”-, puede que tenga estropeado el volante motor o algún componente del embrague.
  • En ralentí: si hemos dicho que la función del volante de inercia es evitar que los traqueteos y las vibraciones se transmitan al conductor, si al poner el punto muerto con el motor encendido escucha un ruido metálico procedente del vano motor, puede tener estropeado este componente o el embrague. Este se combina con ligeras vibraciones.

¿Cuánto tiempo puedes aguantar una avería del volante bimasa?

Se trata de una cuestión incierta, ya que ni el tiempo ni la distancia pueden garantizarse con certeza. Esto depende, entre otras cosas, de los daños que sufra el volante bimasa y de las vibraciones que provoque. Es aconsejable sustituirlo lo antes posible, ya que existen dos posibilidades de que algo se estropee, lo que daría lugar a reparaciones muy costosas. Podría ser el cigüeñal, el embrague o la caja de cambios, o podría ser que el embrague fallara en algún momento, dejándote tirado y teniendo que llamar a una grúa.

avería del volante bimasa

¿Cuántos kilómetros dura un volante bimasa?

Normalmente, un volante bimasa dura entre 150.000 y 200.000 kilómetros, pero esto depende del modelo y de los hábitos de conducción. Después de 150.000 kilómetros, pueden surgir problemas y se recomienda su sustitución.

¿Se puede reparar un volante bimasa?

Cuando el volante bimasa ha llegado al final de su vida útil, la única opción es sustituirlo. Esto se debe a que la superficie de fricción no puede corregirse. La superficie de fricción se debilita y ya no se garantiza un funcionamiento fiable.

¿Qué ventaja presenta un volante bimasa?

El volante bimasa evita la transmisión de vibraciones a otros componentes de la transmisión. Reduce los ruidos molestos en el interior del vehículo. El siseo de la caja de cambios es más silencioso, aunque no del todo inaudible.

¿Cuánto cuesta un cambio de embrague bimasa?

En países como España, el coste medio ronda los 1.200 dólares, dependiendo del taller, el coche y el país en el que vivas. En total, el trabajo dura unas 6 horas, ya que hay que desmontar la caja de cambios y otros componentes para acceder al volante bimasa y sustituirlo.

Comentar

Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para ofrecer un mejor servicio. Al seguir navegando acepta su uso.