Jeep Commando el todoterreno juguetón y juvenil de los años 60 en Colombia.

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El Jeep Commando era el más juguetón y juvenil de todos los Jeep. Estaba diseñado para hombres y mujeres, se utilizaba para carreras, transportaba a famosos... y también se utilizaba para trabajar.

Nuestro héroe se inspira en una desafortunada idea de 1948. Ese mismo año, Willys lanzó el Jeepster, la primera evolución deportiva/recreativa del Jeep, presagiando la evolución que seguiría en el mercado de los SUV. En 1966, bajo los auspicios del Grupo Kaiser, la marca retomó el concepto y lo actualizó como Jeepster Commando. Hoy es más conocido como Jeep Commando.

Con líneas limpias y tres opciones de carrocería, se ofrece como una autocaravana menos robusta y más lúdica. Colombia lo recibió por dos partes, ya que la fábrica Leonidas Lara e Hijos lo ensamblaba desde Estados Unidos y España, ya que la empresa VIASA de Zaragoza también lo producía con el antiguo motor Hurricane. Por otro lado, se suministraba desde Estados Unidos con un motor V6.

A finales de los años sesenta, el Jeep Commando se había vuelto más innovador en su forma y diseño, más cercano a un turismo, sin perder sus cualidades todoterreno, que Colombia tanto necesitaba. Sin embargo, podría haber tenido más éxito, o eso dicen la mayoría de las autocaravanas que llegan aquí.

Mientras tanto, este rival del Ford Bronco y del Toyota Land Cruiser se vio favorecido por la publicidad, en un momento y unas circunstancias muy particulares. Por tanto, podemos concluir que este coche se publicitó para la ocasión.

Jeep Commando el precursor de los SUV de recreo

Dejando a un lado la lógica cronológica del modelo y su publicidad específica, podemos partir de un anuncio más convencional. En 1971, el Jeep Commando ya era un producto establecido con una excelente reputación, por lo que era fácil anunciarlo. Se utilizó una frase sencilla: "El coche perfecto para Colombia".

Otros argumentos completaban el mensaje, como el motor de seis cilindros en V de 160 CV, los más de 8.000 vehículos que ya circulaban por las carreteras del país y las razones comunes a todos los demás camiones, incluido su hermano tradicional, el CJ-5: utilidad todoterreno y rendimiento general.

Todo lo que se necesitaba era la misma imagen y el logotipo de Jeep, que en aquel momento era un círculo dividido en cuatro partes, similar al logotipo de BMW. A esto se añadió el apoyo de Leónidas Lara e Hijos. Incluso se publicitó en revistas latinoamericanas como Life en Español y Selecciones de Reader's Digest.

Incluso en la competición colombiana Circuitos Centrales, en la que también competían autocaravanas, sus prestaciones deportivas y sus excelentes resultados jugaron un papel importante a la hora de impulsar y justificar las ventas.

El Jeep Commando no fue el único todoterreno utilizado en la competición: competidores como Land Rover también lo utilizaron con fines publicitarios. Este uso, sin embargo, es interesante por ser ajeno a su finalidad profesional y, en cierto modo, más global, con modalidades como el Camper Cross, el Grasshopping o rallyes como el París-Dakar o el Camel Trophy. Un modus operandi propio de los inicios del automovilismo colombiano que Comando ha sabido explotar al máximo.

Jeep Commando de los 60 en Colombia

Para mujeres y hombres

Otro aspecto específico era abordar la cuestión de la masculinidad o feminidad de los compradores potenciales. Es bien sabido que la masculinidad y el automóvil siempre han ido de la mano, tanto más si se trata de un vehículo de trabajo y tanto más si es un vehículo con tracción a las cuatro ruedas.

Sutil en el formato y la tipografía, pero contundente en el mensaje, el anuncio de 1971 apela a la masculinidad del comprador a través de la frase "Sé el hombre del Commando". Esto recuerda en cierto modo al estilo con el que Marlboro vendía cigarrillos junto con vaqueros.

En agosto de 1971 surgió la oportunidad de demostrarlo en las páginas de El Tiempo y El Espectador, se anunciaba la película Primavera en otoño, con Anthony Quinn e Ingrid Bergman. Lo llamativo del cartel es que el coche aparece a los pies del actor protagonista, con la leyenda "Anthony Quinn está al mando".

Por supuesto, el cartel también enumera los cines donde se proyectará la película en Bogotá, pero también describe el carácter bruto del protagonista, que siempre lleva su Jeep Commando con él... 'Producido por Leonidas Lara y la empresa Hijos. Es una licencia promocional que indica orígenes industriales, lo cual es muy interesante.

Pero el Jeep Commando no sólo iba dirigido a un público masculino. En Colombia, el precedente lo sentó en 1971 la revista Buenhogar. Esta revista femenina organizó un sorteo de este tipo de coche entre sus lectoras en forma de cupón para recortar y les obsequió con tres preciosos modelos llamados "Las Chicas del Commando" sin visera.

En Estados Unidos, la propia Jeep descubrió el potencial del mercado femenino para promocionarse en los años ochenta. Esto contribuyó a que las mujeres prefirieran el modelo Wrangler, y el creciente mercado de vehículos recreativos 4×4 creó una identidad femenina.

El primer coche para padres de Colombia

Dos importantes visitas a Colombia brindaron oportunidades únicas para promocionar el Jeep Commando. La primera fue la visita del Papa Pablo VI al Congreso Eucarístico de Bogotá en agosto de 1968, la primera visita papal al país.

El pontífice católico tuvo a su disposición un Lincoln Continental, traído para el viaje, y un Chrysler Imperal, importado especialmente por Colmotores. Pero sus apariciones públicas tuvieron lugar a bordo de un Jeep Commando blanco con interior azul, apropiadamente decorado por Leónidas Lara e Hijos.

El coche llevaba una matrícula azul con la inscripción "Made in Colombia, Jeep". Este es probablemente el mejor anuncio del Jeep Commando. Hacía hincapié en la producción colombiana y utilizaba otro argumento siempre empleado en la publicidad impresa: "crear patria" comprando un producto fruto del comercio nacional y de la expansión industrial.

Lo mismo ocurrió en octubre de 1969 con la llegada de la tripulación del Apolo XI, que había alunizado unos meses antes. Armstrong, Aldrin y Collins, junto con su séquito, fueron recibidos en jeeps comando, uno de los cuales era el más visible, en el que viajaban tres tripulantes para el público.

No sólo había recortes de prensa e imágenes del momento, sino también anuncios de media página en la parte superior sobre el acontecimiento y la búsqueda de su principal motivación: "El vehículo perfecto para el Colombia".

coche para padres de Colombia

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