Averías comunes en motores diesel

Averías comunes en motores diesel

La mecánica diesel es muy diferente a la de un motor gasolina, igual que el mantenimiento y las averías. Para mantener en forma el motor diesel no es necesario recurrir a inversiones costosas o milagrosas.

En la mayoría de los casos es cuestión de cuidado y atención oportuna, evitar averías en un auto diésel es mucho más fácil de lo que parece, por lo menos evitar aquellos problemas más habituales donde el uso, el mantenimiento y la conducción tienen mucho que ver. A continuación las averías más comunes.

Inyectores

Inyectores

Inyectores sucios, un problema habitual en autos con cierto kilometraje y que provoca una mala combustión con aumento del consumo y generación de humo negro. Este tipo de averías se producen por la acumulación de residuos en los orificios de los inyectores, una situación que se provoca por la mala combustión del gasóleo. Esta se puede dar por un trabajo continuado a baja temperatura de servicio, conducción a muy bajo régimen de forma continuada, baja calidad del gasóleo o presencia de suciedad y/o aceite en la cámara de combustión por una mala filtración o fuga.

Para prevenir esta avería es necesario cuidar el mantenimiento de nuestro vehículo, vigilar el estado de los filtros y el nivel de lubricante, así como estar atentos al humo que emana del escape. La presencia de humo negro es síntoma inequívoco de una mala combustión.

EGR

EGR

Paso excesivo de gases de escape a la admisión. El sistema de recirculación de gases de escape suele convertirse en un problema con el paso de los kilómetros y especialmente si el uso habitual es la ciudad. Dado que su trabajo consiste en reintroducir gases del escape en las cámaras de combustión en situaciones como ralentí o cargas bajas del motor, este sistema suele ser objeto de excesiva acumulación de depósitos y agarrotamiento. Al producirse esta situación la EGR se queda abierta e introduce gases de escape de forma continua, lo que provoca una pérdida de rendimiento y una combustión poco eficiente.

Aunque la tarea de mantenimiento ideal es desmontar y limpiar la EGR de forma individual cada cierto tiempo, prevenir sus averías es tan sencillo como hacer un uso equilibrado del vehículo. Esto quiere decir que si nuestro escenario de conducción habitual es la ciudad y los atascos, es más que recomendable salir a autovía y dejar respirar al motor, haciéndolo que trabaje a regímenes más elevados y de forma sostenida por una buena cantidad de kilómetros. Para los que buscan soluciones más radicales, les recordamos que la anulación de la EGR puede ser un mal a largo plazo.

Turbo

Turbo

El turbocompresor es un elemento vital de cualquier motor diésel moderno, sus fallos habituales se dan bien por el desgaste del eje de la turbina que permite el paso de aceite hacia el interior, bien por la acumulación de depósitos en la turbina del escape que terminan por atascar la geometría del turbo si es que el turbocompresor cuenta con diseño de geometría variable.

Para prevenir el desgaste prematuro del turbocompresor y sus partes móviles lo mejor que podemos hacer es respetar la temperatura de servicio del motor, no exigir potencia hasta que el motor no esté caliente y dejarlo reposar tras cada trayecto, y vigilar el mantenimiento. Los primeros síntomas de esta avería son el consumo de aceite y la generación de humo blanco azulado en el escape. En los peores casos donde el desgaste es muy importante, el paso de aceite al turbocompresor puede llegar a producir la temida retroalimentanción.

Para evitar el atasco o agarrotamiento de los álabes del turbocompresor con geometría variable lo mejor que podemos hacer es evitar la conducción sostenida a muy bajas revoluciones. Una vez más la conducción urbana es el peor enemigo del motor diésel, haciendo obligado el sacar a pasear nuestro motor diésel para que trabaje en regímenes más adecuados y así pueda eliminar los depósitos y hacer trabajar a la geometría cuanto sea necesario. Los síntomas de esta avería son claros, haciendo que el comportamiento del motor se vea alterado con una falta de potencia en determinadas zonas del cuentarrevoluciones.

¿Cómo detectar fallas en un motor diésel?

Humo negro en el motor diésel

Si un motor diésel emite humo negro, es porque está recibiendo demasiado combustible debido a un inyector o una bomba defectuosos. El llenado excesivo también puede provocar la obstrucción y dilución del lubricante, causando desgaste en el cigüeñal, el árbol de levas y los cojinetes.

Humo azul en el motor diésel

Cuando un motor empieza a emitir humo azul, significa que está quemando aceite, lo que reduce su vida útil. Un motor diésel que funciona en condiciones no de carretera suele consumir un litro de aceite por cada 25 horas de funcionamiento.

Las causas de la combustión del aceite del motor incluyen el desgaste prematuro de los retenes de los vástagos de las válvulas, las fugas de aceite del turbocompresor, la presión excesiva del cárter, los niveles elevados de aceite del cárter y el deterioro del sistema de control del aceite.

No se filtra el aire en el motor diésel

En un vehículo todoterreno, al menos un camión, un motor diésel necesita unos 18.000 litros de aire para quemar un litro de combustible. Si el aire no se filtra correctamente, los contaminantes pueden entrar en la cámara de combustión, provocando un mayor desgaste de componentes vitales como pistones, cilindros, segmentos, cigüeñal, árbol de levas y cojinetes.

La presencia de sílice en los resultados de los análisis de aceite indica que el aire de admisión no se filtra correctamente. Estos resultados deben tomarse en serio y el motor diesel debe limpiarse y repararse lo antes posible.

Recuerde que la mejor forma de detectar daños en el motor es revisarlo periódicamente realizando un análisis del aceite.

¿Qué pasa si no caliento el motor diésel?

Con la inyección de combustible actual, no es necesario calentar el motor antes de arrancar. Como resultado, el motor consume menos combustible y no tiene que calentarse.

¿Qué pasa si un motor diésel trabaja muy frío?

A temperaturas muy bajas, el agua libre del combustible se congela. Los cristales de hielo se comportan como cualquier otra partícula sólida, pegándose a los filtros o provocando el desgaste de los sistemas de combustible.

motor diésel

¿Por qué no arranca un motor diésel?

Las fluctuaciones de temperatura pueden causar graves problemas de arranque, especialmente en los motores diésel. Si el problema no está relacionado con la batería, que también puede fallar en frío o en caliente, podría estar relacionado con los sensores o los calentadores.

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Una opinión
  1. Frank Monterey Dice:

    Tengo una partner 2017 y con apena 70 mil km se le daño el turbo

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