Potencia y eficiencia: Los 5 coches diésel más impresionantes de la década

En los últimos años, se ha observado una disminución significativa en la demanda de motores diésel debido a cambios en las preferencias y regulaciones medioambientales. Sin embargo, en la década pasada, los motores diésel fueron considerados líderes en términos de rendimiento y eficiencia, lo que llevó a una amplia oferta por parte de varios fabricantes.

A pesar de la percepción negativa que ha rodeado a los motores diésel, muchos conductores aún confían en esta tecnología. A principios de los años 90, el mercado español presenció un rápido aumento en la popularidad de los vehículos diésel, con más del 50% de los automóviles nuevos vendidos equipados con este tipo de motor.

A lo largo de la década de los 2000, los coches con motor diésel experimentaron un crecimiento constante en su cuota de mercado. Sin embargo, se descubrió que estos motores eran altamente contaminantes y perjudiciales para la salud, lo que llevó a un punto de inflexión en la industria automotriz. El escándalo conocido como Dieselgate, protagonizado por Volkswagen, fue un factor determinante en este cambio de percepción.

Desde entonces, las ventas de vehículos diésel han experimentado una disminución constante, llegando al punto en el que los coches híbridos superan en ventas al diésel. En el año 2022, en España se vendieron 139.599 vehículos diésel, lo que representa una cuota de mercado del 17,16%, mientras que los híbridos alcanzaron casi el 30% de la cuota de mercado. Este cambio refleja la preferencia creciente de los consumidores por opciones más respetuosas con el medio ambiente y la búsqueda de alternativas más limpias en el ámbito de la movilidad.

La cifra mencionada muestra una disminución del 18,44% en comparación con el año 2021, y se espera que esta tendencia a la baja continúe en 2023. Actualmente, la industria automotriz se encuentra centrada en el desarrollo de tecnologías más limpias y respetuosas con el medio ambiente, conocidas como "eco-friendly" en el ámbito anglosajón. Sin embargo, es importante destacar que durante la última década, los motores diésel lograron alcanzar un equilibrio sobresaliente entre rendimiento y eficiencia.

Los 5 coches diésel más impresionantes de la década

BMW 750d xDrive

BMW, Mercedes y Audi han competido intensamente durante años para ofrecer los motores diéseles más potentes. En 2016, BMW alcanzó su punto más alto con el lanzamiento del BMW 750d XDrive, un sedán de lujo que estuvo disponible hasta 2020.

Este impresionante automóvil de alta gama estaba equipado con la variante más potente del motor diésel B57 de la marca, potenciado por cuatro turbocompresores, lo que le permitía generar una impresionante potencia de 400 CV y un par máximo de 760 Nm.

Combinado con una transmisión automática de ocho velocidades ZF, el Serie 7 podía acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 4,6 segundos y alcanzar una velocidad máxima autolimitada de 250 km/h. Estas prestaciones eran comparables al modelo equivalente de gasolina, el 750i, pero con un consumo de combustible considerablemente más bajo, alrededor de 6 litros cada 100 kilómetros.

Audi SQ7 4.0 TDI

Uno de los destacados vehículos con motor diésel de la última década es el Audi SQ7, equipado con un poderoso motor V8 TDI de 4.0 litros que ofrece una potencia de 435 CV y un impresionante par máximo de 900 Nm.

Este imponente SUV es capaz de alcanzar una velocidad de 0 a 100 km/h en menos de cinco segundos y mantener una velocidad máxima de 250 km/h sin esfuerzo. Si bien su consumo homologado no es tan bajo como el del BMW 750d XDrive, es comprensible considerando su carrocería de gran tamaño: alrededor de 9 litros cada 100 kilómetros.

Mercedes S 350d

Mercedes respondió al desafío de BMW con un motor diésel que también ofrece una potencia de 400 CV. Sin embargo, tanto la generación anterior como la actual del Clase S están equipadas con un sorprendente motor de seis cilindros en línea y 3.0 litros, que es una auténtica maravilla tecnológica.

Este moderno motor diésel desarrolla 286 CV, que pueden parecer menos en comparación con los 400 CV del Serie 7, pero son más que suficientes para impulsar un sedán de lujo que pesa más de 2.000 kg. De hecho, el actual Clase S 350d puede alcanzar los 100 km/h desde parado en tan solo 6,4 segundos, lo cual es una cifra impresionante.

Skoda Octavia 1.6 TDI

Hace exactamente una década, Skoda introdujo la tercera generación del Octavia, que no solo representaba un salto significativo en términos de calidad y tecnología, sino que también presentaba un motor diésel TDI eficiente de cuatro cilindros, 1.6 litros y 105 CV.

Siguiendo la filosofía de la marca checa de ofrecer vehículos con una relación calidad-precio equilibrada, aquel Octavia se destacaba por sus consumos realmente bajos. En sus especificaciones, declaraba un consumo de 3.8 litros por cada 100 km y unas emisiones de CO2 de 99 g/km, aunque estos valores correspondían al antiguo ciclo NEDC.

En la práctica, era bastante fácil lograr consumos alrededor de los 5 litros por cada 100 kilómetros en condiciones de conducción reales. Aunque sus prestaciones eran modestas, eran suficientes para la mayoría de situaciones.

Mazda 3 2.2 Skyactiv-D

Terminamos nuestra lista con los cinco mejores coches diésel de la década con un modelo que llegó en 2017, el Mazda 3. Se trataba de una actualización del que llegó al mercado en 2014 y, entre otras cosas, incluía mejoras en las mecánicas diésel.

Estaba disponible con dos opciones del motor Skyactiv-D: un 1.5 litros de 105 CV y el que nos interesa aquí, un 2.2 litros con 150 CV. Ambos motores incluían el High-Precision DE Boost Control, que mejoraba la gestión de la sobrealimentación e inyección para conseguir una respuesta más inmediata y lineal al acelerar.

También contaba con el Natural Sound Frequency Control y el Natural Sound Smoother, que permitía mejorar la rumorosidad y reducir las vibraciones.

Pero, más allá de las mejoras tecnológicas, lo destacable del motor 2.2 diésel de Mazda es, precisamente, su cilindrada elevada, en una época en la que ya era tendencia en la industria comprimir los motores para reducir los consumos y emisiones. Con este motor, el Mazda 3 anunciaba un consumo medio de 4,1 litros y 107 g/km de CO2, bajo el ciclo NEDC.