Las bujías del futuro

La innovación en el mundo del automóvil es constante, no solo se desarrollan las tecnologías en seguridad, sino que piezas tan sencillas como la bujía son objeto de estudio, proponiendo nuevas soluciones.

El motor de gasolina, de gas o de alcohol es un motor de encendido provocado mientras que el motor diesel es un motor de autoencendido. Al diésel le basta con el aumento de presión dentro de las cámaras de combustión al subir el pistón, mientras que los de gasolina necesitan una chispa que provoque el inicio de la explosión y esa chispa la producen las bujías.

El remplazo

Los sistemas de encendido han ido mejorando año a año en los últimos 20 años. No sólo por las bobinas, sistemas electrónicos y demás. La obediente bujía lleva más de 100 años con nosotros y ya se ha ganado un descanso.

Las propias bujías han mejorado sustancialmente y, a pesar de que parezcan iguales, no lo son en absoluto. Más pequeñas para la misma potencia en algunos casos y emplean materiales como el cobre, platino o tungsteno y nuevas formas de electrodos y cantidad de ellos desde 2, 3 e incluso 4 electrodos que han conseguido mejorar la generación de la chispa.

Pero la investigación no para y las principales marcas de bujías están trabajando en tres tipos nuevos: de plasma, láser y sónicas.

Bujías de plasma

Las bujías de plasma tienen una forma distinta, y acabado en cuatro puntas. Una gran intensidad de corriente eléctrica llega a estas cuatro puntas de la bujía, donde se excita el aire que se encuentra a su alrededor. De esta forma se consigue una gran cantidad de partículas cargadas eléctricamente, más comúnmente conocido como plasma. El plasma es el encargado de inflamar la mezcla de aire y combustible.

Las bujías de plasma hacen posible el empleo de mezclas más pobres. Es decir, con menos cantidad de gasolina mezclada con el mismo volumen de aire, lo que redunda, lógicamente en un menor consumo y menores emisiones contaminantes.

Bujías láser

Las bujías láser buscan más o menos el mismo resultado: un encendido más rápido de una mayor parte de bujía a la mezcla. Se trata de convertir en chispa una mayor cantidad de energía introducida a los cilindros a través de cables de fibra óptica.

Aunque históricamente los láser han sido demasiado grandes como para meterlos en la culata de un motor de combustión, los investigadores japoneses de los que hablamos han creado un tipo de láser muy pequeño que podría usarse para tal fin y además sería lo suficientemente barato como para producirse en grandes cantidades para la industria del automóvil.

Bujías sónicas

 

Las bujías sónicas generan pequeñas ondas de choque que activan la reacción de combustión mediante potentes generadores de ultrasonidos.

Estos son proyectos reales que trabajan por el mismo fin, necesitan una mayor cantidad de energía que la bujía convencional.  Sin embargo quedan todavía algunas incógnitas al respecto, ¿Compensarán entonces unas bujías que gasten más para conseguir reducir el consumo? Veremos. Estos inventos, ahora mismo, son mucho más caros que esa bujía normal, por lo que tendrían un precio fuera de mercado.

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