Cuidados para un motor diésel perfecto

Los motores diésel tienen un comportamiento diferente al de los motores a gasolina, a pesar de que tienen un ciclo térmico con características que pueden parecer similares. Hoy en día los motores diésel  de última generación adoptan nuevas tecnologías que vuelven complejo su cuidado.

Los motores diésel requieren de un cuidado más acucioso para evitar fallas o averías costosas.  Si quiere que su motor diésel se mantenga perfecto tenga en cuenta las siguientes recomendaciones.

Mantenimiento programado

El mantenimiento de los motores diésel debe llevarse como un reloj, tenga en cuenta realizar los cambios y verificaciones en el kilometraje establecido. Respetando los plazos  y los recambios con las especificaciones requeridas, para reducir el riesgo de sufrir una avería mayor.

Por las características del diésel es fundamental realizar el cambio de aceite dentro de los tiempos establecidos para evitar la formación de lodos y residuos en el motor.

No apague el motor inmediatamente

No es recomendable apagar el motor de forma abrupta e inmediata, una vez llegue a su lugar de destino de una espera de 5 a 10 minutos para que el motor reduzca su régimen. Si apaga el motor rápido, el aceite puede acumularse en la turbina y debido al calor generado puede carbonizarse, lo que podría romper el turbo.

Tanque de combustible en reserva

Es importante poner combustible antes de que la aguja del nivel baje por lo menos a un cuarto del depósito. Las impurezas del combustible se pueden acumular en el fondo o incluso llegar al sistema de alimentación, pudiendo dañar los inyectores o la bomba.

Hábitos de aplicación de combustible

Evite tanquear en estaciones de servicio en el momento que se están llenando los tanques.  En lugares diferentes a estaciones de servicio reconocidas y a las que no realizan mantenimiento a sus tanques.

Nivel de aceite

Es fundamental llevar un buen control del nivel de aceite del motor. Un nivel muy bajo puede provocar averías en el turbo o incluso en el propio motor. Por su parte, llevar más aceite en el depósito de lo recomendado, puede también dañar el turbo o reventar algún manguito debido al aumento de presión. Para evitar esto, revise el nivel de aceite cada cierto tiempo y siempre con el motor frío y sobre una superficie plana.

Calentar el motor

Si el motor está frío, lo mejor es esperar unos 10 segundos en ralentí antes de comenzar a circular, sobre todo en invierno ya que el auto se encuentra más frío. De esta forma se asegura que la bomba tiene el tiempo suficiente para lubricar todo el motor.

No es recomendable  acelerar a fondo ni superar las 2.500/3.000 rpm hasta que el indicador de temperatura del motor no marque su temperatura normal, para evitar el desgaste interno de las piezas del motor y, con ello, su vida útil.

Purgar

El filtro de combustible tiene un sistema para filtrar la humedad que contiene. Sin este filtro, la humedad podría llegar al sistema de inyección y, como ya hemos visto antes, podría incluso romper la bomba de inyección o los inyectores.

Revoluciones del motor

Circular con el motor diésel por debajo de 2.000 rpm puede producir problemas serios a mediano y largo plazo. Por un lado, se genera mayor carbonilla durante la combustión y se acorta la vida de la válvula EGR del catalizador. Tampoco es recomendable superar las 2500/3000 rpm.

Biodiesel

El biodiesel contiene más humedad que el diésel, algo que aumenta el riesgo de sufrir averías en el sistema de inyección. Sin embargo, el biodiesel no es malo y, hoy en día, el 5% del combustible que repostamos en nuestros vehículos proviene del biocombustible. Emplear mayores cantidades ya requiere motores adaptados. De hecho, algunas marcas como Volkswagen, BMW o Subaru prohíben el empleo de biodiesel en sus automóviles ya que sus motores no están optimizados para este combustible.

No acelere y detenga

Es cierto que los motores se construyen para correr, pero funcionan mucho mejor cuando están en marcha a velocidad constante. Parar y arrancar constantemente no es bueno porque desgasta el motor y no le permite funcionar correctamente a medio plazo. Es una buena idea mantener una velocidad constante para evitar este desgaste, pero también puede lograr una mayor eficiencia de combustible.

Intenta prestar atención a los indicadores del salpicadero.

Para la mayoría de nosotros, las luces del salpicadero no son más que un adorno para la decoración del coche, pero aparte de eso, es sumamente importante saber qué significa cada señal. Por ejemplo, cuando se enciende el testigo de revisión del motor, de la batería, de la presión del aceite o de la temperatura del motor. Si se enciende al menos una de estas luces, lleve inmediatamente el coche al taller para una revisión del motor.

Considerar la correa del motor

Este paso depende del tipo de motor en uso, es decir, del número de correas utilizadas. Las correas se encargan de las partes vitales del motor, pero esto puede variar de un coche a otro. Las funciones pueden variar: las correas pueden actuar como un sistema de refrigeración, un alternador o incluso un aire acondicionado, por ejemplo.

No es tan importante saber para qué se utilizan como comprobar que están sanas y no presentan signos de desgaste o grietas. Si no se sustituyen a tiempo, pueden romperse y causar graves daños al motor. El pitido suele producirse cuando el motor está desgastado al máximo.

Compruebe si hay fugas

  • No hace falta ser un experto para saber, por el olor o las manchas en el suelo del garaje, que tu coche tiene una fuga. En la mayoría de los casos se trata de fugas de aceite o refrigerante.
  • El calor intenso y la alta presión acaban provocando la rotura de las mangueras del motor.
  • Compruebe si las mangueras son viejas o tienen estrías que indiquen una fuga. Si lo son y los fluidos no están en el nivel correcto, el motor se desgastará y se dañará.

Asegúrese de que el motor esté bien ventilado

Para una buena combustión, el motor debe estar bien ventilado. El filtro de aire garantiza una buena ventilación y evita la entrada de insectos, partículas y polvo. Es aconsejable cambiarlo regularmente, ya que puede obstruirse con todas estas impurezas.

Comprobar el sistema de refrigeración

Una de las mejores maneras de evitar que el motor se sobrecaliente es distribuir la cantidad correcta de refrigerante en el motor cuando el termostato detecta que el motor está caliente. Por lo tanto, el nivel del depósito de refrigerante debe ser estar en su nivel óptimo.

Procure cambiar el aceite regularmente

Como se ha mencionado, este es probablemente uno de los aspectos más importantes del mantenimiento del motor, ya que los cambios regulares de aceite mantienen las piezas del motor bien lubricadas. Por otro lado, también evita el sobrecalentamiento y el desgaste.

Una vez iniciada la marcha

Especialmente en invierno, no se debe aumentar el régimen del motor en frío. Hasta que su coche con turbocompresor alcance esta temperatura, no lo fuerce a menos que quiera hacerlo funcionar más tiempo. Al aceite no le gustan los cambios de temperatura tan drásticos porque puede cristalizar. Así que, si no puedes estar al ralentí durante un tiempo, al menos conduce despacio.

Utiliza siempre aceite y filtros de la máxima calidad

Este es un elemento importante, ya que un buen aceite garantiza el buen funcionamiento de todo el mecanismo. Los filtros son los que impiden que la suciedad y el aceite residual entren en el mecanismo sellado. Los motores turbo consumen más aceite y si notas que el nivel de aceite es bajo, tienes que rellenarlo rápidamente, por lo que merece la pena tener un envase de aceite en el coche. Este problema afecta a todos los motores, no sólo al turbo.

Comentar

Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para ofrecer un mejor servicio. Al seguir navegando acepta su uso.