Volkswagen ID.7: La Nueva Berlina Eléctrica
La versión más lujosa de un coche que ha generado mucha simpatía
Esta es la historia de un padre y un hijo que comparten una pasión por los coches, aunque cada uno vive su pasión de acuerdo a sus posibilidades. El padre conduce un impresionante Aston Martin DBS Superleggera, mientras que el hijo, con tan solo 16 años, tiene opciones limitadas. Sin embargo, cuando el dinero no es un obstáculo, las limitaciones se vuelven menos relevantes. Y así es como nace la versión más lujosa de uno de los coches que ha generado más simpatía en la historia de la industria automotriz.
Como regalo por su 16 cumpleaños, el apasionado padre decide obsequiar a su hijo un Citroën AMI (sí, un cuadriciclo eléctrico). Su objetivo era que el joven experimentara la sensación de conducir un coche verdaderamente único, no solo por su apariencia divertida, sino porque no habría otro igual en el mundo.
Para lograr esto, recurrió al renombrado carrocero italiano Castagna Milano, a quien encargó la transformación del pequeño coche eléctrico para que se asemejara lo más posible al deportivo de la familia, el Aston Martin.
Según informes de Carscoops, el carrocero encargó un total de 60 piezas diferentes, todas ellas fabricadas mediante impresoras 3D. Finalmente, se utilizaron 40 de estas piezas para dar forma al nuevo aspecto del AMI. En el exterior, se rediseñaron los paragolpes, que fueron pintados en negro brillante en contraste con la carrocería de color negro mate.
El interior requirió un trabajo aún mayor, ya que el AMI de serie tiene un habitáculo muy sencillo. El carrocero italiano revistió todas las superficies de plástico con Alcántara, rematada con ribetes amarillos. Sin embargo, no se realizaron cambios ni mejoras en la tecnología; el AMI modificado mantiene un soporte para teléfono móvil como único medio de navegación y entretenimiento. Tampoco hubo modificaciones en la mecánica del vehículo.
En resumen, esta versión lujosa del Citroën AMI es el resultado de un regalo excepcional por parte de un padre entusiasta que deseaba que su hijo experimentara la emoción de conducir un coche único. Con la ayuda de un carrocero especializado, se logró transformar el cuadriciclo eléctrico en una verdadera joya automotriz.
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