Volkswagen ID.7: La Nueva Berlina Eléctrica
Dos toros desatados: probamos el Lamborghini Urus y el Huracán EVO
Para un apasionado de los deportivos, pocas cosas son más emocionantes que pasar un día probando uno de los modelos de la actual gama de Lamborghini. Pero se me ocurre algo aún mejor: en lugar de uno, ¡que sean dos! En 2023, Lamborghini celebra sus 60 años como fabricante de deportivos. Seis décadas de gloria que han dejado una huella imborrable en la historia del automóvil. Desde sus humildes comienzos como un pequeño fabricante artesanal local, la marca ha crecido hasta convertirse en un gigante con una producción anual de casi 10.000 unidades que se venden en todo el mundo.
El momento actual de la marca es muy prometedor. Las cifras hablan por sí solas, al igual que los pedidos de coches que mantienen a la fábrica trabajando a pleno rendimiento. Después de poner a prueba dos de los modelos actuales de la marca, no me sorprende en absoluto esta situación, ya que estos modelos son tan emocionantes y estimulantes que es difícil encontrarles un rival.
Hoy me acompañan un Huracán EVO de 640 CV y un Urus de 650 CV, ambos de Lamborghini Barcelona. Comenzaré con el modelo que ha llevado el éxito comercial de la marca a otro nivel: el Urus, el primer SUV con alma y carácter de superdeportivo. Su diseño cautivó a propios y extraños desde su presentación en 2017. Hoy, más de cinco años después, sigue siendo igual de atractivo, agresivo e imponente que el primer día. Aunque pronto llegarán las versiones S y Performante de 666 CV.
Esta apariencia espectacular es la mejor carta de presentación: un libro abierto que anticipa lo que nos espera cuando cobre vida el corazón V8 4.0 biturbo de 650 CV. El Urus es un verdadero lobo feroz con una apariencia salvaje, y todo ello en un paquete que ofrece espacio más que suficiente para acomodar cómodamente a cuatro personas y su equipaje. Sinceramente, no se me ocurre un mejor vehículo familiar.
Sentado en el espectacular puesto de conducción del Urus, piso el freno mientras levanto la tapa que oculta el botón rojo de arranque, situado en la consola central. Tan pronto como lo presiono, la bestia cobra vida. El "arranque en frío" es casi aterrador, un trueno que anuncia una tormenta de sensaciones. Especialmente cuando selecciono el modo de conducción Sport con uno de los manettinos en la consola central. Además de ofrecer un sonido más radical, este modo configura el chasis, el motor y la transmisión para brindar al conductor toda la deportividad necesaria.
Hoy me encuentro en un enclave perdido en lo más profundo de la comarca del Priorat, en Tarragona. Es un entorno maravilloso, tierra de vinos excepcionales, con carreteras sinuosas cerradas al tráfico para nosotros. El asfalto ante mí parece diseñado para disfrutar de la conducción. Aquí se respira una paz y una tranquilidad propias de otra época, aunque pronto se verán interrumpidas por el rugido del motor.
Tan pronto como piso el acelerador a fondo, salgo disparado como un misil mientras el Urus llena el ambiente con su rugido visceral. La posición de conducción cómoda y perfecta, típica de un SUV, choca de frente con la experiencia física de lo que ocurre a mi alrededor. La aceleración de este mastodonte de 2.272 kg es tan radical que me empuja contra el asiento de inmediato.
Las sensaciones son instantáneas. Con cada cambio de marcha, ejecutado con las levas estratégicamente ubicadas detrás del volante de cuero y alcántara, siento una sacudida violenta al subir de marcha, seguida de un maravilloso petardeo al reducir. La forma en que el Urus se enfrenta a las curvas es impresionante. La puesta a punto del chasis, junto con la tracción integral y los neumáticos de altas prestaciones, ofrecen una adherencia increíble, mientras que los frenos de carbono-cerámica contribuyen a la sensación de que el Urus es mucho más ligero y ágil de lo que sugiere su tamaño.
Sus dimensiones parecen casi ilusorias, solo al ocupar todo el carril me doy cuenta de la realidad. Las sensaciones me hacen creer que estoy al volante de un deportivo tradicional, pero nada más lejos de la realidad.
Siendo totalmente sincero, nunca pensé que un SUV pudiera proporcionar tanto placer de conducción, haciendo que la adrenalina corra por mis venas de una manera asombrosa. Lo curioso es que, después de unas horas de conducción que pasan volando, cuando decido relajarme y poner el manettino en modo Strada, el Urus cambia de inmediato su personalidad para convertirse en un vehículo cómodo y domado.
Solo falta poner una buena lista de reproducción en el sistema de audio Bang & Olufsen para convertir el habitáculo de este vehículo en un salón rodante exclusivo que ofrece sensaciones casi de competición. Es una excelente forma de bajar las revoluciones antes de pasar al plato fuerte del día.
Después de la primera experiencia de la jornada, llega el momento de cambiar de compañero de baile. Y la emoción se intensifica aún más. Aparco el Urus en un viñedo y me preparo para ponerme al volante del Huracán EVO. Este sí es un deportivo puro y escultural, una obra de ingeniería convertida en arte.
Su diseño, basado en las líneas maestras establecidas por el Miura y creado por Gandini, es conmovedor. Compacto, bajo y muy agresivo. Al acceder al habitáculo, después de hacer ciertos ejercicios de contorsionismo, siento como si estuviera en un avión de combate. La instrumentación digital, la consola central inclinada con los característicos mandos, los asientos deportivos y muchos otros elementos conforman un espacio armonioso que destila pura deportividad.
A pesar del inclinado parabrisas y del techo bajo, la posición de conducción del biplaza, prácticamente a ras del suelo, y el volante ajustable en altura y profundidad me permiten acomodarme perfectamente, incluso con mi estatura de 1,90 metros. En este pequeño espacio, las emociones están a flor de piel. Solo falta lo más importante: pulsar el mágico botón rojo en el que se lee "Start". El motor V10 atmosférico de 5.200 cc y 640 CV cobra vida y comienza su concierto. Que comience el espectáculo.
A estas alturas, no engañaré a nadie: me apasiona correr, sentir la potencia bajo mi pie derecho y experimentar emociones fuertes al volante. Pero, sobre todo, disfrutar del rugido de un motor atmosférico puro. Y el Huracán EVO ofrece exactamente eso. A medida que comienzo a rodar con él, una sonrisa se extiende de oreja a oreja de manera automática e inevitable.
La sensación de conducción que proporciona este biplaza es verdaderamente emocionante. Ágil, rápido, extremadamente eficiente... Con este Lamborghini, puedes correr tanto como tu habilidad te lo permita. La clave está en ser tan rápido como preciso en tus reacciones. Con su chasis, frenos, paso por curva y tracción, es muy difícil superar los límites físicos que este sensacional deportivo ofrece. Aunque, en realidad, romper esos límites es innecesario. Incluso a un ritmo medio-alto, el placer de conducción que proporciona el Huracán es exagerado.
El Huracán sin duda es menos potente que otros modelos actuales con sistemas híbridos, motores sobrealimentados o incluso eléctricos. Pero la potencia no lo es todo: las sensaciones son más importantes, y en eso este Lamborghini es difícil de superar. ¿Por qué? Es muy sencillo: por lo visceral, melódico y puro que es su motor.
El chasis es impecable, pero para mí, su punto fuerte es el motor V10 de gasolina puro, con la filosofía de los motores clásicos, pero con toda la refinación y tecnología actual. Es una obra maestra de la ingeniería al servicio de los sentidos, un prodigio técnico que seguramente nunca será igualado en el futuro que nos espera. Su rugido extendido hasta las 8.000 revoluciones por minuto pone la piel de gallina incluso al más insensible, especialmente cuando suelta petardeos al soltar el acelerador. Es una combinación impresionante de sensaciones.
Los kilómetros, los minutos, ¿las horas? Pasan ante mí sin que me dé cuenta. Solo pienso, mientras me pierdo entre las carreteras y los pueblos del Priorat, que ojalá las circunstancias fueran diferentes. Porque si las cosas no cambian, estos motores tienen los días contados debido a las regulaciones de emisiones.
Y la verdad es que es una lástima, considerando la producción limitada que tienen; podrían hacer excepciones en la normativa. Pero más allá de ponerme triste, hoy celebro poder disfrutar una vez más del presente a 8.000 revoluciones y de lo que, para mí, es uno de los deportivos más emocionantes del mercado: el Huracán EVO. El futuro llegará cuando llegue, pero no adelantemos acontecimientos.
Lamborghini Barcelona, parte de la comunidad Lamborghini, está viviendo un momento de crecimiento imparable en ventas. En 2022, ha batido su récord de pedidos con vehículos entregados, incluyendo un exclusivísimo Lamborghini Countach LPI 800-4, del cual solo se han fabricado 112 unidades y cuyo precio de venta alcanza los 2,8 millones de euros. Pau Coll, director de Lamborghini Barcelona, comparte su perspectiva sobre el momento actual.
"En Lamborghini Barcelona, hemos experimentado un crecimiento positivo constante en nuestras ventas. Lo que estamos viviendo es el resultado de mucho trabajo y esfuerzo por parte de todo nuestro equipo, que ha contribuido a nuestro éxito. Aunque el mercado del lujo está en auge, es fundamental tener un equipo que haga las cosas bien para obtener buenos resultados".
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