Situaciones en las cuales se puede perder el control del vehículo

Situaciones en las cuales se puede perder el control del vehículo 1

Conducir es una labor gratificante para algunos o estresante para otros, unos vemos la conducción como algo divertido y otros como una obligación.

Independientemente del gusto existen riesgos al momento de conducir que por más habilidad o avances tecnológicos de que dispongamos, puede llevar a hacernos perder el control de nuestro vehículo. A continuación les contamos las situaciones que nos hacen perder el control y cómo sortearlas.

Falla en los frenos

Esta es la situación más frecuente, vamos bajando la línea y oh sorpresa, aplicamos los frenos y el auto no va disminuyendo su velocidad. También nota un extraño olor a quemado dentro del habitáculo y no hay ningún vehículo delante de él.

Podría estar calentando frenos, lo más prudente es estacionarse, cerciorarse que  los frenos se encuentran bien, por ningún motivo aplique agua, muchos incurren en este error garrafal. El disco y las pastillas son metálicos y por fricción pueden llegar a más de 700 grados centígrados, si aplicamos agua vamos a pandear el disco y dañar las pastillas.

En este caso debe esperar a que el sistema de frenos regule su temperatura. Antes de viajar debe revisar sus frenos y hacer uso del freno de motor.

En caso de que la situación sea inevitable haga uso del freno de motor, disminuyendo los cambios y retire el pie del acelerador.

Falla en el acelerador

Puede suceder que el acelerador se quede pegado, por algún defecto de fábrica o a causa de objetos que se proyectan hacia los pedales (envases plásticos, juguetes, etc.) en caso de que sea un objeto con precaución retírelo para evitar un accidente, si por el contrario es un defecto de fábrica reduzca la velocidad ubicando la palanca en posición neutral, evite apagar el auto por completo, ya que pierde el control sobre la dirección y los frenos.

Exceso de velocidad

El exceso de velocidad es uno de los errores en los que incurren los conductores, sobre todo, cuando circulan por la vía a una velocidad superior a la permitida; el código nacional de tránsito establece en sus artículos 138 y 148 lo siguiente:

  • En zonas urbanas la velocidad máxima permitida es de 60 kilómetros por hora y en las zonas rurales es de 80 kilómetros por hora.
  • Cuando transita cerca de un andén, cuando pasa por un lugar donde hay concentración de personas, cuando llueve y cuando se reducen las condiciones de visibilidad, la velocidad máxima es de 30 kilómetros por hora.

El exceso de velocidad es una de las principales causas de accidentes de tránsito, en especial cuando se desplaza por vías con curvas y al tomarlas se sale de esta, o cuando se reducen las condiciones de visibilidad, aquí es cuando se pierde el control.

Cuando un vehículo se desplaza a una velocidad moderada, tiene mayor posibilidad de detenerse en una distancia más corta, le permite maniobrar, reducir la marcha de forma oportuna y puede llegar a evitar accidentes

En la lluvia

Conducir bajo la lluvia aumenta las posibilidades de perder el control. El aceite en el asfalto o exceso de tierra en combinación con la lluvia hacen que sea muy resbaloso. Para evitar perder el control del auto lo más recomendable es ir a baja velocidad y frenar con suavidad, para disminuir el riesgo de que el auto patine. Al tomar una curva, se debe entrar lento y sin frenar en el recorrido.

En la nieve

Conducir bajo la nieve es una de las condiciones riesgosas, aquellos que conducen le temen al hielo y la nieve. Para conducir en la nieve se debe tener en cuenta ciertas precauciones como sostener el volante con las dos manos, evitar realizar movimientos bruscos en el volante, transitar con la marcha más corta y circular a una velocidad moderada.

El problema básico del hielo es la facilidad con que podemos perder el control del vehículo, sobre todo si pasamos sobre una placa de hielo inesperada, de manera que un punto imprescindible es estar alerta y saber dónde se forman las placas de hielo para preverlas en la medida de lo posible:

  • En zonas húmedas o sombrías, donde apenas toca el sol,
  • En las cunetas de carreteras sin arcén o con vegetación que propicia la condensación de humedad,
  • En los puentes y pasos elevados, o debajo de ellos,
  • También en las entradas y salidas de los túneles,
  • En las depresiones del asfalto.

Conducir bajo condiciones meteorológicas adversas o con una falla mecánica son causantes de la pérdida de control al volante. Para evitar estas situaciones lo más recomendable es:

  • Realizar un plan de mantenimiento programado del vehículo que le garantice siempre las mejores condiciones evitando percances inesperados. No forzar la máquina y no conducir el vehículo sino se encuentra en las condiciones técnicas y mecánicas ideales.
  • Conducir siempre con precaución, reducir la velocidad y mantener la concentración al volante para poder maniobrar ante cualquier condición climática adversa.
  • Mantener la calma, conservar la distancia de seguridad con los demás vehículos y evitar las reacciones impulsivas para conservar el control del rodante.

Caso de Hielo

Una situación similar puede ocurrir con el hielo. Es mejor no frenar, de lo contrario la dirección se bloqueará y perderás aún más el control. Suelta el pedal del acelerador para reducir la velocidad. Si es posible, no gire el volante, deje que el coche se deslice hasta detenerse. Si tienes que girar, hazlo con cuidado y siempre en la misma dirección.

Animal u obstáculo

Muchos accidentes son causados por un animal que se cruza en la carretera. Para evitar chocar con un animal, los conductores se desvían hacia los lados, se salen de la carretera y se meten en lugares peligrosos.

¿Qué es lo mejor que podemos hacer para nuestra seguridad?

Es difícil actuar con frialdad y esta reacción suele ser instintiva, pero lo mejor es frenar por completo. Aunque instintivamente intentemos salvar al animal, no debemos olvidar que salirse de la carretera puede ser fatal.

Es importante saber cómo reaccionar en diferentes situaciones cuando perdemos el control del vehículo. No sólo porque puede salvarnos la vida, sino también porque nos hará sentir más seguros al volante.

Otras distracciones al conducir que pueden causar accidentes

-Irrespeto al reglamente de tránsito: gracias a la informática, en Internet se pueden encontrar vídeos de todo tipo de conductores que ignoran las señales de tráfico y, de inmediato, sufren accidentes espectaculares.

-Alcohol y drogas: nunca. Si bebes o estás bajo los efectos de las drogas, todos los reflejos se ven muy mermados. Además, existen multas y/o sanciones penales por conducir bajo sus efectos.

-Fatiga: ya hemos señalado los graves peligros de conducir cansado. Evita situaciones peligrosas que pueden causar lesiones graves a tus pasajeros y a otras personas. La somnolencia limita gravemente los reflejos, no permite reaccionar a tiempo ante un obstáculo en la carretera y aumenta el riesgo de salirse de la vía.

Conducir de noche o con poca luz también puede causar accidentes

-Usar neumáticos seguros: todo lo que se utiliza se desgasta. En el momento de la compra, el proveedor debe indicar la vida media de cada neumático. No posponga la sustitución de los neumáticos. Se calcula que tres de cada cuatro accidentes causados por un vehículo defectuoso se deben a los neumáticos.

-Condiciones climatológicas: el buen estado de los neumáticos es un elemento de seguridad que permite un mejor control del vehículo en condiciones de lluvia. Un mal estado de los neumáticos puede hacer que el vehículo ruede hacia atrás y provocar un accidente.

La rutina, el mal que aqueja a todos los conductores

-Conducción temeraria: uno de los mayores problemas en las grandes ciudades es la falta de cultura y educación vial. Las personas que conducen de forma agresiva y hacen caso omiso de las normas de tráfico tienen más probabilidades de provocar accidentes, colisionar con otros vehículos, perder el control, atropellar a peatones y/o chocar contra muros de contención.

-Cambio de carril: los llamados "ángulos muertos" en los retrovisores laterales o traseros pueden eliminarse mediante una correcta alineación del conductor y el uso adecuado de estos retrovisores. Puede encontrar instrucciones en Internet o ponerse en contacto con un profesional que le asesore sobre cómo minimizar esta situación.

-Conducir durante la noche: Muchas personas prefieren conducir de noche para evitar atascos. Pero, además de ahorrar tiempo para llegar a su destino, conducir de noche está asociado a un mayor número de accidentes debido a los siguientes factores: fatiga, visibilidad reducida por los faros de otros vehículos y animales, o cruzar vías principales, lo que puede llevar al conductor a perder el control y salirse de la carretera.

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